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SI NO TE SIENTES ASÍ, NO PODRÁS SER FORMADOR

  • Foto del escritor: El Garaje Naranja
    El Garaje Naranja
  • 2 nov 2022
  • 4 Min. de lectura

José Garrido Cortés






Contenido.


1. Características de los formadores que me dejaron huella

2. Cómo aspiro a sentirme, después de impartir un curso de formación y alguna conclusión


1. Características de los formadores que me dejaron huella


Es posible que como a mí, te sobren los dedos de una mano para contar aquellos profesores o formadores que fueron modelo o te aportaron, algo de verdad. O quizás no... y hayas tenido más ocasiones donde disfrutar, de esas personas capaces de compartir conocimientos, y despertar de forma sencilla entusiasmo y curiosidad en sus alumnos.


De los que te dejaron huella, seguro que eres capaz de recordar sus nombres: Don Juan, Doña Luisa, Don Esteban…Por cierto, en mi época, iban con el Don delante.


Todos ellos tenían algo en común, despertaban en ti la curiosidad y eran capaces de mantenerte enchufado buena parte del tiempo. Igual no tenían ese famoso curso de Metodología Didáctica. Posiblemente, hasta disponían de menos recursos y datos sobre la materia a impartir, pero compartían la pasión por ser útiles enseñando, por ser honestos y no conformarse con que simplemente, pasase la hora sin haber aportado algo relevante a sus alumnos.


Otros sin embargo, y en mi caso lamentablemente reconozco que me he encontrado a demasiados, no mostraban entusiasmo ni pasión alguna en su trabajo. Muchos de ellos, junto a la desidia, demostraban poca solvencia profesional o nada de experiencia con los que ganar algo de credibilidad. Creo que hasta ellos mismos sentían en el fondo, que eran un fraude…En la actualidad me da la impresión qué esta situación sigue siendo bastante común entre los docentes y formadores. ¿Qué opinas?


Afortunadamente hoy en día, existen también maravillosos ejemplos de profesionales, (con varios de ellos tengo la suerte de trabajar), y les creo herederos de esas grandes cualidades, siendo capaces de aprovechar las actuales y potentes herramientas donde documentarse y diversas técnicas que les permiten inspirar a sus alumnos.


2. Cómo aspiro a sentirme, después de impartir un curso de formación y alguna conclusión


En mi caso, siempre mi temor es recurrente cuando me enfrento a un grupo de personas a las que les voy a impartir clase. El fracaso de no conseguir aportar nada, salvo el esperado certificado…Terminar y ver caras neutras, sin frio ni calor, sentirme un impostor y que los asistentes estén deseando que finalice la sesión.


Este temor me ayuda en positivo a venirme arriba, a ser creativo, a mirar continuamente los gestos y miradas para adaptar mi forma de transmitir y a vaciarme en cada clase como si fuese la última función, antes de una gloriosa retirada de los escenarios.


Creo que si no logras sentirte así, no podrás acercarte a lo que un alumno merece por tu parte, y no conseguirás aplicar las habilidades, capacidades y recursos suficientes para motivar y ser suficientemente persuasivo en tus formaciones.

Me ha llamado la atención lo que Antonio José Ramírez Soria comenta en una de sus publicaciones:


Se podría decir que existen dos tipos de docentes. Aquellos que se limitan a trasmitir conocimientos; y otros que, además de transmitir conocimientos, forman.


¿Qué competencias básicas ha de tener un formador?

  • Un formador ha de tener la capacidad para identificar los problemas y las necesidades de los alumnos a los que se le imparte formación.

  • Debe tener la habilidad y credibilidad para transmitir conocimientos de forma sencilla. Es decir, una buena expresión verbal que sea clara, precisa y con actitud para convencer.

  • Los formadores deben actuar con asertividad y empatía.

  • Es muy importante saber liderar y manejar los grupos de trabajo, para mantener la motivación y evitar y resolver los conflictos que puedan surgir.

  • El formador ha de dominar la materia en cuestión y desarrollar la metodología adecuada.

  • Es necesario que el formador sepa escuchar y tenga interés por las personas.

  • Ha de tener conocimientos en psicopedagogía y didáctica, así como cultura general.

  • El carácter de un formador ha de ser tranquilo, estable, firme, amable y con confianza.

Consejos para convertirte en un buen formador

  • Fomenta la participación. Tal y como dijo Benjamin Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.”

  • Orienta y enfoca la conversación en el caso de que se desvíe el tema principal.

  • Capta la atención. Esto provocará que aumente su interés por la formación.

  • Concluye con las ideas más importantes de la sesión para recapitular lo aprendido en cada sesión.

  • Utiliza los silencios para fomentar la intervención y crear un clima de reflexión.

  • Repite ideas, para que los alumnos los asienten.

  • Escucha ideas y comprende.


También me ha resultado interesante una publicación de Miguel Ángel Génova donde afirma:


Hay formadores o facilitadores que se limitan a transmitir conocimientos, otros en cambio buscan producir cambios concretos…El primer tipo de formador lo asocio con los profesores “padecidos” en tiempos universitarios que se limitaban a relatar conocimientos.


El gran formador, además inspira y convence sobre la necesidad de hacerlo diferente y no se siente satisfecho, si no termina su curso con un participante que esté convencido y diga de viva voz “ si puedo” “sí, ¡lo haré!


Para conseguir este buen final, el formador, venderá el cambio, no sólo lo explicará.


Como conclusión, el poder sentirme de verdad útil y que he logrado transmitir conocimientos y experiencia esforzándome al máximo, es innegociable. También el objetivo de cumplir, que cada asistente a la formación mantenga despierto el interés y haga buen uso de lo aprendido para su actividad o su puesto de trabajo. Todo ello mientras sea así, permitirá que disfrute de cada ocasión donde pueda ejercer esta actividad.


Esta forma de entender la formación, me gusta fomentarla continuamente entre los componentes de mi equipo, grandes personas y magníficos profesionales, de quienes aprendo también cada día…


Se te apetece conocernos más, junto a ellos seguiré compartiendo aquí, en el Garaje Naranja.


“La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón.” Profesor estadounidense Howard G. Hendricks.



Fuentes:





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